El Blog de Imosa

Rutas en Moto Catalunya

13 mayo, 2019

Como el Vallès no hay nada. Esto dicen todavía, a pesar de los destrozos urbanísticas, los polígonos industriales, los incendios y mil cosas más.

Pero todavía hay lugares que no se han estropeado totalmente. Esta ruta me ha dado esperanzas de que no todo está perdido.

Saliendo de Vilassar de Mar he pasado por Granollers y Caldes de Montbui, donde es imprescindible una visita al bien conservado casco antiguo.

Caldes de Montbui

Calle del Puente. Caldes de Montbui.

Después me he dirigido en Sentmenat. Hacemos una breve visita al cementerio modernista, proyectado por Antoni Falguera. Cabe destacar la original entrada y los nichos con la misma forma redondeada.

Sentmenat

El cementerio de Sentmenat.

Después he ido a Castellar del Vallès, población que probablemente nunca has visitado y que esconde un importante legado artístico.

Castellar del Vallès

San Esteban de Castellar Viejo.

A continuación he pasado por Sant Llorenç Savall y sólo salir he cogido el desvío que lleva a Granera. Aquí hay una parada.

En realidad Granera es el Moianès. Es un pequeñísimo núcleo sobre una colina y con un castillo que domina todo el entorno, del que se tiene constancia desde el siglo X. He dejado la moto abajo y he subido a pie hasta el castillo … para descubrir que no se podía visitar 😦

Pero ha valido la pena para contemplar el paisaje infinito de bosques. Esta zona sufrió un espantoso incendio en 2003, que calcinó una buena parte del parque natural. Se puede ver que poco a poco el bosque se va recuperando.

Sierra de L’Obac

El Montcau y Montserrat.

He continuado la carretera hasta Castellterçol, también en el Moianès. Esta población nació con el castillo y más tarde vivió una época dorada con los artesanos que se dedicaban a la preparación de la lana -paraires-. Tras un turbulento siglo XIX, revivió con la industrialización y también como lugar de veraneo. Imprescindible ver el notable legado arquitectónico.

Castellterçol. Moianès. castillo

El castillo Tersol.

Finalmente nos dirigina en Sant Feliu de Codines, Granollers y para casa. En Granollers hay mucho que ver. Si está cansado de historia y os gusta la arquitectura insólita, os recomiendo el pabellón deportivo y la fábrica Roca-Umbert, ahora convertida en un espacio de difusión cultural.

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